Los principales cambios introducidos en el Código Técnico de Edificación

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Los cambios introducidos por el Código Técnico de Edificación, entraron en vigor el 31 de diciembre de 2018 para los edificios públicos, y el 31 de diciembre de 2020 para el resto de construcciones.

La reducción del consumo energético en nuevas construcciones, ha dejado de ser una opción para convertirse en algo obligatorio.

En un sector que acapara cerca del 40% del consumo energético total, un tercio del consumo de agua, una tercera parte de los residuos generados y un 35% de las emisiones de efecto invernadero, la modificación del Código Técnico de la Edificación se trataba de una responsabilidad de todos.

Con el objetivo de reducir el consumo energético del conjunto de países que integran la Unión Europea en un 90%, las modificaciones efectuadas en el Código Técnico de la Edificación buscan alcanzar una primera serie de objetivos para 2020 en cuanto la mejora de la eficiencia energética de los edificios:

  • Reducción de las emisiones causantes del efecto invernadero en un 20%
  • Ahorro del 20% en el consumo energético mediante una mayor eficiencia energética
  • Promoción en un 20% de las energías renovables

¿Qué cambios se incluyen en el Código Técnico de Edificación?

Para lograr los estándares de eficiencia y ahorro esperados, se incluyen las siguientes modificaciones en el Código Técnico de la Edificación:

  • Actualización de la definición de Edificio de Consumo de Energía Casi Nula
  • Reducción del 38% en la utilización de energías no renovables en edificios plurifamiliares y del 60% en viviendas unifamiliares en las zonas más adversas del invierno.
  • Aporte del 50% de energía renovable, al consumo de energía primaria en la situación límite de consumo de energía primaria total.
  • Reducción de consumos de energía final y primaria por medio de sistemas mecánicos como generadores de calefacción, refrigeración y ACS.
  • Mayores exigencias para los casos de rehabilitación por zonas climáticas.
  • Se abre el abanico a la hora de utilizar fuentes de energía renovables de diversos orígenes. Hasta ahora, este tipo de energías se limitaba prácticamente a la energía solar, la térmica o la fotovoltaica.
  • Se mantiene como indicador principal de eficiencia energética, el Consumo de Energía Primaria no Renovable, pero se introduce un indicador complementario, el Consumo de Energía Primaria Total que sustituye a los niveles de demanda límite de calefacción y refrigeración.
  • Se establece un nuevo parámetro: el Coeficiente Global Límite de Transmisión de calor a través de la envolvente térmica (k). Este índice, fija valores de transmitancia térmica de la envolvente, control solar y permeabilidad del aire. Se exigirá este parámetro para edificios de nueva construcción y rehabilitaciones.

Retos pendientes

Aunque somos conscientes de que en los últimos años se ha avanzado mucho en la mejora de la eficiencia energética de los edificios, todavía queda mucho por hacer. Los altos costes de inversión que requieren este tipo de mejoras por la falta de coordinación entre los principales órganos implicados, provoca que estos progresos energéticos no avancen tan rápido como debieran.

También queda todavía un gran trabajo de concienciación ciudadana para que entiendan que este tipo de mecanismos no son un gasto añadido para sus viviendas, sino una inversión que aportará grandes ahorros energéticos y, por tanto, económicos a sus hogares.