La Ley de Impulso de Sostenibilidad de Andalucía (LISTA), conocida como “La Ley de Suelo andaluza”, aprobada por el Gobierno andaluz, entró en vigor el pasado 23 de diciembre de 2021, suponiendo un gran cambio para la gestión urbanística.
¿Qué es la Ley del Suelo andaluza?
El Gobierno aclara que esta ley es una forma de flexibilizar el urbanismo, actualizando la normativa para que sea clara, sencilla, y sobre todo para que se adapte de forma fácil en nuestro mundo actual. Su objetivo es aligerar y simplificar el proceso burocrático para aprobar los planes urbanísticos. Es por eso que a partir de ahora la ley solo reconoce dos planificaciones del suelo, el suelo urbano y el suelo rústico, suprimiendo así los términos como suelo urbano consolidado y no consolidado o el del suelo urbanizable
La LOUA, la antigua ley de urbanismo aprobada en 2003, resultaba ser demasiado rígida y compleja, llegando a dificultar tanto el proceso que muchos planes generales se quedaban en el camino. 9 años era la media que se solía tardar en realizar todo este proceso burocrático, provocando una desincentivación de la inversión, en la creación de empresas y por lo tanto en los puestos de trabajo.
Debido a todo esto surge la LISTA, para dar solución a aquellos municipios andaluces que se habían visto atascados en el difícil y lento proceso que suponía la antigua ley. Para ello se han modificado 44 normas y derogado tres leyes y tres decretos.
¿Cuáles son sus principales objetivos?
Desde el Gobierno se señala que esta ley tiene una visión positiva, y que tiene como objetivo ayudar al desarrollo de los pueblos andaluces y reactivar su economía. Como el propio nombre de la ley indica se busca la realización de proyectos sostenibles, que estos sean viables tanto en el ámbito social, medioambiental y económico.
Además, esta ley también ayudará a aquellas viviendas construidas en terrenos no urbanizables que se encontraban en un limbo legal debido a la anterior normativa. 300.000 es el número de viviendas que se encuentran repartidas por toda Andalucía y que ahora podrán ser regularizadas.
Marifrán Carazo, Consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, insiste en que esto no supone una amnistía general ya que “solo se regularizará lo que ya está prescrito y siempre que no se haya construido sobre suelo de especial protección”. Es por ello que se habla de regularización y no de amnistía.
Otro logro de esta ley, es la posibilidad de edificar viviendas unifamiliares aisladas en suelo rústico como segunda vivienda. Hasta ahora esto solo era posible si se trataba de una edificación vinculada a la agricultura o la ganadería, aunque esta excepción era mal aprovechada en muchas ocasiones dando lugar a muchas urbanizaciones irregulares.
Es por eso que la finalidad de esta ley es evitar lo anterior y no fomentar la parcelación ni la construcción de urbanizaciones. Para evitar que eso ocurra se deben cumplir una serie de requisitos, como:
- Mantener una distancia considerable entre una construcción y otra
- Seguir las indicaciones de cada municipio, quedando prohibida la parcelación urbanística en suelo rústico y la edificación de más de una vivienda en la misma parcela.
Qué debemos tener en cuenta
Todos estos cambios suponen un desarrollo rural ya que incentiva a vivir en el campo a todas aquellas personas que así lo deseen sin miedo a estar cumpliendo ninguna irregularidad, siempre y cuando se ajusten a las normas y paguen la plusvalía correspondiente. Unida a esta idea de desarrollo rural y al carácter sostenible de la ley, deberá respetarse el medio ambiente, intentando incidir lo mínimo en él y ayudando a la plantación de arbolado de especies autóctonas. Todo ello con la idea de reducir el impacto del ladrillo en el paisaje.
Además, dichas viviendas, deberán cumplir con una serie de normas:
- La altura máxima de estas edificaciones será de siete metros (dos plantas)
- Podrán contar con garajes o trasteros
- Se respetará una separación mínima de 25 metros a los linderos de la parcela.
Cada individuo será responsable de obtener los servicios básicos (agua, saneamiento y electricidad) siempre siguiendo la norma de que sea ambientalmente sostenible. Por ello la casa no puede encontrarse dentro de los cursos naturales de escorrentías y respetará su entorno.
Por lo tanto, con la Ley del Suelo andaluza…
Todas estas construcciones deben contar con una autorización y licencia municipal, siendo decisión del ayuntamiento el expedirla o no. Una vez solicitada esta autorización la resolución será notificada en un plazo máximo de 6 meses, entendiendo el silencio administrativo como un no por respuesta.
Igualmente, se espera poder agilizar este periodo de seis meses. Para ello mientras se elaboraba la ley se trabajó en la creación de un reglamento, que será tramitado por la vía de urgencia.
“La Lista abre nuevas oportunidades y va a favorecer la implantación de proyectos y agilizar el desarrollo urbanístico de cada municipio, conforme a sus necesidades”, destacaba Marifrán Carazo.
Por lo tanto, tal y como se plantea esta ley, ayudará al desarrollo del pueblo andaluz a través de la aceleración del proceso burocrático, fomentando así el lanzamiento de los planes generales y la posibilidad de la construcción en suelo rústico con la idea de evitar construcciones ilegales e irregulares.